El ejercicio se desarrolla en dos aspectos, el primero en el aspecto inherente a la vivienda y el segundo en el aspecto de cohesión con el entorno y la recuperación del barrio.
En el primer estadio contemplamos la insertación de diferentes tipologías que puedan dar cabida a diferentes tipos de usuarios, teniendo en cuenta la sociedad actual. A diferencia de otras épocas, nos encontramos en una sociedad de diferentes características, con una manera de ver la familia distinta, es por ello que se atiende a otras opciones no tan conservadoras como la familia tradicional compuesta por 2 progenitores y varios hijos. Además de ello se plantean viviendas para otros nichos de población como son los jóvenes estudiantes y los ancianos dependientes. Así mismo la edificación busca resolver esta diversidad de tipologías de una manera sobria y ordenada que se asemeje a la imagen de barrio que se dio en los años 50 con las viviendas del Clot, y de esta forma recuperar esa parte de la historia de valencia que se había perdido.
La solución se basa en la modulación de las estancias mínimas como módulos independientes que se irán conectando a otros módulos formando así unidades completas para vivir. Para dar orden a esta estructura a priori algo caótica, se establece una modulación de la estructura hecha por muros portantes y se forma una unidad que deberá acoger a todas las tipologías descritas anteriormente, a partir de ahí se ira repitiendo esa unidad formando el conjunto total de las unidades.
Para resolver el segundo problema, de implantación en el lugar, de forma que pase desapercibido, como si las viviendas ya estuviesen allí. Se plantean varias opciones, la primera tiene que ver con las dimensiones y el volumen de las viviendas, que se plantean de dos alturas únicamente respetando y asemejándose a las viviendas preexistentes del lugar y además siguen el ritmo marcado por estas, consiguiendo así no entrar en competencia con el bloque de portuarios. Siguiendo estos objetivos se plantean zonas verdes que cosan las diferentes agrupaciones y cosan el barrio, y pistas deportivas para incluir la actividad deportiva en el barrio, y desarrollar esa concepción del barrio de otra manera distinta de la que había tenido estos últimos años. Para otorgar mayor funcionalidad a las zonas verdes se proyecta un pequeño montículo o escenario elevado, que servirá para hacer espectáculos de diferentes tipos, pequeños mercados, sala de exposiciones de arte exterior y demás usos que puedan ir surgiendo con el desarrollo del barrio. Surge esta área como el corazón del barrio, un lugar de reunión, de contacto social entre los miembros del barrio y de otros que vengan a hacer uso de esas pistas deportivas, de forma que el barrio pertenece no solo a sus habitantes si no a la ciudad. Por último, para dotar de buenos servicios se inserta también una zona de aparcamiento que pueda absorber esa afluencia de personas.
Como conclusión, a la hora de resolver el ejercicio se ha tenido en cuenta varios aspectos, dando la misma importancia o incluso más a la creación del barrio que a la de las propias viviendas. El objetivo principal es la recuperación del barrio del Clot desde una perspectiva actual que acoja todos los planteamientos que requiere la nueva sociedad.